Entraste en mi vida sigilosamente, poco a poco, como una dulce brisa que va y viene, con mucha ternura y sin a penas darme cuenta pasaste a formar parte de ella.
Desde entonces compartimos el camino dirección a un mismo sueño. A lo largo del mismo hemos crecido, hemos aprendido, nos hemos entendido, nos hemos cuidado y apoyado, nos hemos hecho mas fuertes y siempre hemos estado muy unidos.
La manera en la que nos relacionamos es tan poco usual, especial y hermosa como un eclipse de sol.
Te quiero.